Los investigadores Almudena Recio-Román, Manuel Recio y Mª Victoria Román, presentan las conclusiones de su investigación en el último número de la prestigiosa revista Nutrients.

¿Y si los consumidores se vuelven obesos porque comer menos calorías es más difícil para las personas que tienen un mayor placer y deseo hacia la comida y las compañías de alimentos no ayudan porque sólo les ofrecen dos opciones extremas para satisfacer sus necesidades ( bajas calorías vs. altas calorías o saludables vs. no saludables)?

Los sistemas de recompensa se describen con un nuevo enfoque conceptual en el que el placer (derivado de comer un alimento determinado) y el deseo (valor motivacional) pueden verse como las fuerzas que guían el comportamiento alimentario. El trabajo de este equipo demuestra que el placer (liking), el deseo (wanting) y la interacción entre ellos influyen y son buenos predictores de la elección  y la ingesta de alimentos.

Las respuestas de recompensa a los alimentos están estrechamente relacionadas con la elección de los mismos, lo que induce al consumo excesivo de calorías. En base a las respuestas dadas a un cuestionario autoadministrado que mide las actitudes de gusto y de deseo, se encuentran tres segmentos diferentes llamados «Amantes de la recompensa», «Medio epicúreos» y «No indulgentes». En su estudio, el comportamiento mostrado por los participantes al elegir la comida difiere sobre el consumo calórico según los segmentos. La introducción de más opciones de alimentos que intentan equilibrar su contenido es una estrategia de beneficio mutuo para los consumidores, las empresas y la sociedad.

Enlace publicación:

https://www.mdpi.com/2072-6643/12/3/639

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